¿En qué consiste la apuesta por un lifting facial preventivo que realizamos desde las Clínicas Mato Ansorena? Fácil: se trata de actuar tempranamente contra la aparición de los signos del envejecimiento en el rostro, lo que permite prevenir que los rasgos se desdibujen más de lo deseado y así facilita mantener un rejuvenecimiento con técnicas menos agresivas a lo largo de los años. Realizar una primera intervención quirúrgica sencilla a los 40 años marca la diferencia respecto a hacerlo a los 50, cuando los efectos a revertir son más visibles y consolidados.
Mediante la cirugía estética facial preventiva, podremos actuar satisfactoriamente sobre aquellas zonas específicas de la cara que se ven más afectadas desde un principio por la flacidez y otros signos de la edad. Realzamos el óvalo facial y recolocamos la musculatura en puntos clave mediante incisiones mínimas, con un posoperatorio de apenas cuatro o cinco días. Si actualmente guarda preocupación en este sentido, puede tener la certeza de que nuestro equipo sabrá abordar su caso con precisión, proporcionándole una mejoría sutil en la actualidad que se traducirá de unas ventajas palpables a largo plazo.
Consiga beneficios estéticos a corto y largo plazo con un lifting facial preventivo
Venir a cualquiera de las Clínicas Mato Ansorena para un rejuvenecimiento facial preventivo es sinónimo de obtener una atención personalizada y de primer nivel para poder plantar batalla con eficacia a las imperfecciones y los efectos del paso del tiempo. En pacientes de cualquier edad podemos aportar cambios satisfactorios, ya sea a través de liftings completos o de ‘mini liftings’ que se circunscriban a zonas específicas de la cara.
En el caso de que no se sienta en disposición de entrar a un quirófano, tenga en cuenta que también contamos con técnicas escasamente invasivas que también permiten obtener mejoras en la imagen del rostro, caso de los hilos reabsorbibles: explore con nosotros los beneficios este tipo de opciones innovadoras, sin dejar de tener presente que la cirugía es en última instancia la opción que permite la máxima neutralización de los efectos del envejecimiento.