Blefaroplastia: mini-cirugía para una mirada libre de edad
La pandemia Covid-19 ha generado un nivel de vida tan estresante en el que la mayoría de la gente sigue sin conciliar el sueño. El estrés, la mala calidad del sueño, la genética… son factores que suelen atraer el envejecimiento de la piel y sobre todo una mirada que ya no es la misma.
La zona periorbitaria refleja varios conflictos: mirada congestionada, bolsas hinchadas, párpado caído… y ser joven no te excluye de la estética hostil.
Los ojos son la zona del rostro más afectada por el paso del tiempo y el estrés. La piel alrededor de ellos, en especial los párpados, es muy fina y, por tanto, sensible a todos los factores que nos rodean.
Los signos de envejecimiento pueden aparecer en personas jóvenes entre 27 y 35 años, aunque es más frecuente que surjan a partir de los 40.
Blefaroplastia: ¿qué es?
La blefaroplastia es, sin duda, el tratamiento estrella para lucir una mirada rejuvenecida a la par que expresiva. Se trata de una operación rápida y cómoda; dura aproximadamente una hora y media y se realiza con anestesia local y sedación, en régimen ambulatorio.
Los objetivos de esta revolucionaria técnica no son otros que centrarse en corregir los párpados caídos provocados por un exceso de flacidez en la piel, y/o eliminar las bolsas que acentúan el efecto “mala cara”.
Además, esta mini cirugía no sólo te promete cambios estéticos regalándote una mirada despejada, sino que sus resultados también son funcionales ya que soluciona posibles problemas como dificultad en la visión.
Gracias a la blefaroplastia, levantarse por la mañana con una expresión que no se corresponde con el buen estado de ánimo ha dejado de ser un problema para el paciente. Tras la intervención, no cambia la forma natural del ojo; el objetivo es que esta zona aparezca más despejada.
Tipos de intervención
- Superior: consiste en eliminar el exceso de piel de una porción del músculo orbicular y de grasa interna. Las micro incisiones se realizan en el límite del pliegue natural del párpado superior, por lo que la cicatriz resultante se oculta en el surco palpebral superior.
- Inferior: se realiza una incisión a medio milímetro del borde de las pestañas, por dónde se extraen las bolsas de grasa. En ocasiones, también se pueden extirpar las bosas sin cicatriz externa, por vía transconjuntival, es decir, por el interior del párpado inferior.
- Doble: se combinan ambas técnicas en la misma intervención, cuando el paciente presenta descolgamiento del párpado superior y bolsas.
El postoperatorio no es doloroso, pues es una intervención poco invasiva y los puntos se quitan pasados 5 días.
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