Con una vasta experiencia de más de 30 años en el mundo de la cirugía plástica, estética y reparadora, el doctor Javier Mato Ansorena es un referente del sector y dirige en España tres clínicas a las que además da nombre.
Experto en cirugía capilar, se dice que ha operado a famosos como Rafa Nadal, y es firme defensor de la cirugía preventiva, que ayuda a reducir un 90% las probabilidades de desarrollar un cáncer de mama con un resultado que, además, mejora la autoestima de las pacientes.
“Un buen cirujano plástico tiene que tener sentido artístico, ser un buen técnico y sobre todo tener experiencia”
Doctor Javier Mato Ansorena Cirujano Plástico
Cirujano, director de tres clínicas, ¿cuántas labores compagina?
Además de cirujano plástico y del digestivo, dirijo tres clínicas de mi propiedad en España en las que se practica la mejor cirugía plástica, estética y reparadora, y también medicina estética. Para mí es importantísimo que haya experiencia y se utilicen técnicas contrastadas.
Hacemos todo tipo de tratamientos, y somos líderes en el trasplante capilar. De hecho, he dirigido durante tres años el primer máster en el mundo de cirugía capilar, en la universidad de Alcalá de Henares.
Aparte de las prótesis de mama y la liposucción, que son las cirugías más convencionales entre la mayoría de los cirujanos y las técnicas más demandadas, nosotros tenemos dos facetas que nos encantan y que nos hacen sentirnos más médicos todavía, que son la cirugía facial preventiva y la cirugía mamaria preventiva; de hecho, he creado la Sociedad Española de Cirugía Preventiva del Cáncer de Mama.
¿En qué consiste la cirugía mamaria preventiva?
La hacemos con aquellas pacientes que sin tener cáncer de mama, tienen una alta probabilidad de padecerlo. Antes de que se produzca, extirpamos la mayor parte de la mama, excepto la areola, y la sustituimos por una prótesis.
Al quitar ese 90% del tejido mamario, reducimos un 90% las probabilidades de que aparezca el cáncer. Y en el caso en que se produzca en ese 10% que supone el complejo areola-pezón, es muy fácilmente explorable y hasta el mínimo bulto se puede diagnosticar muy rápidamente.
El cáncer de mama afecta a dos de cada diez mujeres, y la supervivencia es cada día mejor, pero siguen muriendo muchas mujeres al año por esta razón. Aquí, combinando la cirugía con la genética, conseguimos erradicar ese problema.
Y sobre todo, lo que es muy importante es que la paciente puede llegar a tener un pecho más bonito que el que tenía antes. Queda un resultado precioso. Le ocurre a una paciente de 29 años cuya madre tuvo un cáncer de mama muy agresivo con 42, y se salvó de milagro; ella vive con una angustia tremenda y hemos decidido que como tiene poco pecho, cuando la operemos le pondremos una prótesis para aumentarlo.
Así, al mismo tiempo que reducimos un 90% la probabilidad de que desarrolle un cáncer de mama, le damos la satisfacción de tener más pecho. Es algo que hacemos muy habitualmente y que nos satisface enormemente porque ayudamos a muchísimas personas a prevenir un cáncer.
¿Ocurre igual con la cirugía facial?
Es muy importante que la mujer entienda que un lifting no tiene que dejarlo para cuando tenga 50 años. Cuando empieza a tener signos de que ha pasado el tiempo, se puede prevenir con una operación relativamente fácil, que se puede hacer con anestesia local y que permite recolocar los tejidos subcutáneos para darle la apariencia joven natural que antes tenía. Lo he hecho hasta a una paciente
de 28 años, porque lo necesitaba.
Y de esta forma no hay que hacer toda la cara. Una vez operé a una madre de 53 años y a su hija de 28, y a la madre le tuve que hacer una cirugía más complicada, más larga, mientras que a la hija sólo le tuve que hacer el tercio medio de la cara, y fue fantástico porque siendo joven, seguía estando igual de joven. Es un concepto nuevo. La cirugía estética es una cirugía preventiva, que te permite evitar el paso del tiempo.
¿Es fácil llevar ese mensaje al público?
El concepto de la cirugía facial debe cambiar.
Hoy en día no se puede consentir que queden secuelas o signos de que has pasado por ella. El otro día vi en la televisión a tres pacientes mías, una operada de la nariz, otra del pecho y otra de un lifting, y no se les notaba ni nadie es consciente de que estén operadas.
Ese es el secreto de un buen cirujano plástico. Para eso tienes que tener sentido artístico, ser un buen técnico y sobre todo tener experiencia. No es admisible que se publicite la cirugía estética como si fueran chorizos, que te ofrezcan la cirugía de mama por 3.000 euros y te digan que “si lo encuentras más barato, te igualamos el precio”.
No entiendo por qué el Ministerio de Sanidad no pone unas normas y regula esa publicidad. ¿Cómo una persona
puede ir a colocarse una prótesis de mama, que es para toda la vida, a un sitio donde te dicen eso? ¿Qué tipo de prótesis le van a poner?, ¿quién se la va a poner?, ¿en qué hospital?
Lo mismo hace usted un implante de pelo que un implante de mama, ¿cómo lleva ser tan multidisciplinar?
Se trata de formar un buen equipo, yo dirijo las tres clínicas y lo que más hago es cirugía facial, y como he hecho también mucho implante de pelo, lo sigo haciendo. Pero lo que tengo es un equipo, y cuando hacemos, por ejemplo, un implante de pelo, hay seis personas alrededor del paciente y estamos trabajando entre cinco y seis horas. Yo dirijo, hago una parte, los técnicos hacen otra parte, y conseguimos unos resultados fantásticos.
Lo importante es que haya experiencia, un buen diagnóstico, y no falsear las expectativas que pueden tener los pacientes. Lo que hago es ir seleccionando a gente que trabaje con el mismo espíritu de seriedad, de respeto y de amor por la cirugía plástica, que te recompensa muchísimo, porque ayuda a la gente a sentirse mejor.
He hecho más de mil implantes y todas las pacientes han mejorado su autoestima, su imagen de sí mismas e incluso su relación de pareja. Vivo entregado a mi trabajo y a mis clínicas, y lo que me gustaría es que sigan funcionando igual cuando yo me jubile. Lo importante es mantener la seriedad con la que se debe afrontar la cirugía estética, que no es una moda ni se debe hacer en cualquier sitio.
La liposucción tiene más mortalidad que una extirpación de vesícula, porque se hace en sitios donde no se debe hacer, y yo no concibo que una persona pueda morir por una operación de cirugía estética.