Cómo cuidar la piel antes y después de un tratamiento de medicina estética
Uno de los cuidados más importantes que necesita la piel antes y después de cualquier tratamiento médico estético es la protección solar, ya que nos protege frente al fotoenvejecimiento. Además, la piel está más expuesta a los daños de los rayos solares después de los peelings químicos, de los tratamientos con láser, microneedling, entre otros.
Procedimientos médicos como infiltraciones de ácido hialurónico, bótox, vitaminas y plasma rico en plaquetas pueden ocasionar pequeños hematomas transitorios que también habría que proteger del sol. Por eso, es necesario utilizar protección solar alta y de amplio espectro, y ser muy constantes en su reaplicación.
El hematoma, también llamado equimosis, está causado por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos y la consiguiente extravasación de sangre hacia los tejidos cutáneos, dando lugar a un moratón visible que puede ser todavía más evidente a causa de otros líquidos que causan inflamación. Es importante preparar la piel antes del tratamiento para prevenir su aparición o conseguir que sea lo más leve posible.
Si estas alteraciones epidérmicas aparecen después del tratamiento, hay que tener en cuenta que pueden tardar una media de 2 a 4 semanas en curarse, pero existen algunos tratamientos que hacen posible acelerar su desaparición, ayudando en el proceso natural del organismo para descongestionar, desinflamar la piel y eliminar sangrados internos extravasculares.
Se recomienda evitar la toma de antiinflamatorios la semana previa. Si te surgiera algún dolor, puedes tomar paracetamol de 1 gramo que seguramente logre resolver la molestia. Algunos suplementos alimenticios aumentan el riesgo de hematoma, como son el aceite de pescado, ginkgo biloba, vitamina E y cúrcuma, los cuales se aconseja evitar tomarlos 3 días antes del tratamiento. Tampoco es recomendable utilizar árnica 1 día antes y los días posteriores.
Sin embargo, si se puede incorporar a la rutina de cuidados cremas con activos antiinflamatorios, calmantes, antibacterianos o regeneradores como aloe vera y aceite de rosa mosqueta. Aplicar frío local tras el procedimiento ayuda a reducir las molestias gracias a la vasoconstricción que produce.
Por último, es imprescindible evitar la práctica deportiva el día del tratamiento, ya que dilata los vasos sanguíneos favoreciendo el sangrado y no se recomienda sauna, piscinas, ni baños de vapor posterior a las infiltraciones.
Si además queremos potenciar los efectos de los tratamientos, algunas cremas pueden ayudarte. Las cremas con retinol estimulan la producción de colágeno, elastina y matriz extracelular y mejoran las manchas al limitar la proliferación y el movimiento de melanocitos alterados. En consulta, el médico te recomendará la crema con retinol que mejor se adapte, ya que el retinol puede irritar la piel y por eso se recomienda que sea siempre bajo supervisión médica. Éste lo aplicaremos por la noche.
Sin embargo, las cremas hidratantes con vitamina C las aplicaremos por la mañana. La vitamina C es un poderoso antioxidante que previene el daño en el ADN de las células, expuestas a los radicales libres y a la radiación solar. También combate el envejecimiento cutáneo, ya que aumenta la síntesis de colágeno.
Si quieres asesoramiento sobre algún tratamiento médico estético o consejos sobre cómo cuidar la piel antes y después de un procedimiento de medicina estética, no dudes en pedir cita con nuestro equipo médico.