El rejuvenecimiento de la mirada es uno de los objetivos principales a la hora de armonizar un rostro, por lo que un buen diagnóstico es fundamental para optar por el tratamiento más adecuado.
Tratamientos contra las patas de gallo
Para las arrugas de expresión, conocidas coloquialmente como «patas de gallo», se obtienen muy buenos resultados con la aplicación de la toxina botulínica tipo A (Bótox). Los efectos del tratamiento aparecen tras varios días y el efecto máximo se observa de 5 a 6 semanas después de la inyección y dura entre 4 y 6 meses. La repetición de las inyecciones puede aumentar el intervalo entre sesiones.
Otro tratamiento complementario con excelentes resultados es el HIFU para tratar las patas de gallo y zona frontal. HIFU (REFU) Es un procedimiento estético que consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia; alta energía para producir puntos de termocuagulación por elevación de temperatura (por encima de los 60º) y la consiguiente respuesta proteica y celular, activando el colágeno.
Es un tratamiento no invasivo que trabaja diferentes extractos de la piel: dermis superficial y dermis profunda. En corporal trabaja la grasa subcutánea, con resultados inmediatos y a largo plazo en procesos de rejuvenecimiento y tensado cutáneo.
Tratamientos para las ojeras
Las ojeras se pueden rellenar con materiales reabsorbibles como el ácido hialurónico. Si hay un excedente de piel importante en los párpados o bolsas de grasa la solución es realizar una blefaroplastia (cirugía de párpados).
La ventaja del ácido Hialurónico es que el organismo no rechaza el tratamiento ni produce fibrosis y es absorbido poco a poco por sin provocar un efecto de hundimiento. Su objetivo es hidratar la piel y estimular la producción de colágeno en esas zonas de piel fina y debilitada.
Existen otros tratamientos para rejuvenecer la mirada, pero requieren de más sesiones para apreciar los resultados. Se trata del peeling químico y la carboxiterapia.
El peeling químico tiene como principios activos: vitamina A, ácido lactobiónico, ácido mandélico y ácido salicílico. La combinación de activos promueve un aclarado en el área y conduce a una renovación de la piel. Al mismo tiempo, se realiza una estimulación de la síntesis de proteínas en la dermis, la cual produce un incremento de la matriz extra celular, provocando mayor elasticidad y firmeza. Así conseguimos quitar las ojeras de forma evidente.
La carboxiterapia está indicada para las ojeras de color azul-morado, puesto que se deben a una alteración de la microvascularización de la zona que acaba generando una acumulación de pigmentos sanguíneos o bien por simple transparencia del entramado vascular normal. Se requieren entre 4-6 sesiones espaciadas 1-2 semanas y de unos 10-15 minutos de duración.
No dudes en pedir una consulta valorativa gratuita y te asesoraremos el tratamiento para rejuvenecer la mirada más adecuado para el objetivo que busques.