Sanidad debería ser más beligerante ante determinadas situaciones o prácticas médicas poco ortodoxas.
El aumento de las reclamaciones a médicos ha aumentado considerablemente en los últimos años, tal y como aseguran la mayoría de profesionales sanitarios. Asimismo, destacan que ciertas prácticas médicas deberían estar más reguladas y que el consentimiento informado es requisito sine qua non para desarrollar su actividad profesional de manera legal y responsable.
Sobre estos temas, Enrique Escribano Villanueva, traumatólogo en el Hospital Internacional Ruber, asevera que se ha producido «un aumento considerable de reclamaciones médicas, propio de países desarrollados, en los que se une la necesidad de justicia con el movimiento económico que suponen dichas reclamaciones».
Respecto al tema de las reclamaciones, Javier Mato Ansorena, fundador y director de las clínicas de cirugía y medicina estética que llevan su nombre, explica que, al menos en su campo, se están realizando cada vez más cirugías estéticas. «Se han convertido en un bien de consumo; es algo a lo que hoy en día prácticamente todo el mundo tiene acceso», comenta. ¿Dónde radica el problema?, ¿por qué aumenta el número de reclamaciones? La respuesta, como apunta el especialista, es sencilla. «Hay quien las practica sin tener la titulación adecuada; sin estar cualificado«, añade.
También Gabriel Núñez González, presidente de Uniteco Profesional, confirma la tendencia de que las reclamaciones han aumentado en paralelo a una mayor conciencia reclamadora, en toda la sociedad.
El experto da cifras a modo de ejemplo: así, explica que hay unos 800 cirujanos plásticos en España, de los cuales solo unos 400 se dedican a la práctica privada exclusivamente, o quizás menos. En cambio, continuó, hay unos 6.000 o 7.000 médicos titulados que son cirujanos estéticos, pero que no tienen formación ni como cirujano general, ni plástico.
«Esto hace que las demandas sean mayores», destaca Mato Ansorena, quien recalca que para controlar esta situación lo primero sería que Sanidad mostrase una actitud «mucho más beligerante» con los pseudo cirujanos plásticos. Además, dado que en España el título de cirujano estético no existe, muchos profesionales se definen como cirujanos estéticos. «Eso debería tener una persecución mucho mayor», apostilla.
Desde Uniteco Profesional, Núñez incide en que, paradójicamente, cada vez hay pacientes «más desinformados o directamente mal informados por acudir a fuentes no contrastadas o aplicar criterios no médicos». En estos casos, la clave está en que exista una mayor implicación por parte de los médicos y que ofrezcan «información más sencilla y completa».
A su vez, Escribano señala que esta serie de actuaciones han generado «situaciones de injusticia, pena y miedo en el ejercicio de la profesión» y Núñez González no deja pasar la oportunidad de recordar que, a pesar de que «ser reclamado todavía se percibe como un estigma (…) los buenos médicos no deben tener ningún temor a seguir ejerciendo la medicina tal como lo están haciendo ahora, seguir investigando para mejorar sus tratamientos y aplicar los protocolos».
También hablaron de la medicina defensiva. Sobre este asunto, el presidente de Uniteco Profesional comentó que es uno de los peligros que existen. Algo con lo que estuvo de acuerdo Escribano, quien dijo que este era un «término horrible» que servía para definir el problema al que están expuestos muchos profesionales médicos.
Nuevamente, con cifras, explicó la situación Mato y habló de que, en su experiencia, ha llegado a rechazar al 10 por ciento de los pacientes que lo visitan. «Antes de operar a una persona insegura, que visita a diferentes cirujanos y no tiene unas expectativas correctas, debe rechazarse», apostilló.
Seguros de RC
En este punto, los expertos resaltaron la importancia de los seguros de responsabilidad civil.
En palabras de Núñez, «es vital para el ejercicio de la medicina en cuanto a la labor protectora que ejerce y también debido a un aspecto que es más subjetivo, que es el de dar tranquilidad». Una idea apoyada por Escribano, quien indica que, para él, tiene «una importancia capital», en el desempeño libre y honesto de la profesión. «La garantía de poder responder de tus errores reales, así como de dejar de lado el miedo a la indefensión por reclamaciones indebidas, me provoca bienestar», continúa.
También el director de las clínicas Mato Ansorena destaca que «es fundamental». «Siempre he tenido un seguro de responsabilidad civil, de baja temporal o de incapacidad temporal porque nos jugamos muchísimo», subraya el especialista, al tiempo que siente alivio al saber que España no está «todavía» al nivel de Estados Unidos, aunque considera que «se acabará llegando».
Otro de los temas que no dejan pasar los expertos es el del consentimiento informado, por el papel que ocupa en todo este entramado.
De acuerdo con Escribano, cumple una misión «más importante que la legal», que la información protocolizada de los procedimientos a los pacientes. «Soy defensor del consentimiento, pero no es un problema resuelto, las exhaustivas informaciones, desinforman ocasionalmente, provocando miedo exagerado en el paciente, con las consiguientes renuncias a cirugías», advierte.
Mato Ansorena se muestra contundente y al respecto de este asunto concluye diciendo que sin el consentimiento informado «estás condenado» y añade que este debe estar «bastante explícito y bastante claro».
Finalmente, el presidente de Uniteco Profesional declara que, por lo general, «es una tarea asumida por parte de los médicos, pero todavía se puede mejorar, especialmente en su actualización y en su concreción». «Hay que destacar la importancia de la historia clínica, donde se reflejan muchos de los aspectos del trato y la información dadas al paciente que no siempre se reflejan en el consentimiento informado y que, en nuestra experiencia, han salvado muchas demandas contra médicos», agrega.
Noticia original: gacetamedica.com