Aumento de Pecho y Abdominoplastia: Dos abordajes diferentes en un mismo acto quirúrgico, abdominoplastia y aumento de pecho. Y es que la posibilidad de solucionar dos problemas estéticos al mismo tiempo es una realidad que da excelentes resultados. Nuria, de 50 años, entró en la Clínica Mato Ansorena, de Madrid y , palabras textuales, “mi vida cambió”.
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Dr. Mato Ansorena
El Dr. Mato Ansorena dice con frecuencia que una de las cosas que más le gusta de su profesión de cirujano es la posibilidad real de mejorar la vida de las personas. Discípulo directo de Ivo Pitanguy, indiscutible gurú de la cirugía estética, por sus manos pasan cada año pacientes de todas las edades y de ambos sexos, con ilusiones diferentes o con problemas estéticos que les incomodan y que, en muchos casos, van asociados a temas de salud. Una de esas pacientes fue Nuria. UB habla con paciente y doctor.
El caso de Nuria
“Es increíble pensar que me había acostumbrado a vivir con una tripa que me incomodaba y con un pecho que no me gustaba. Ya estaba hecha a vivir con poca luz, limitada a ponerme solo determinada ropa, a no ir a la piscina, a no saber qué era un bikini y a desear que llegara el invierno y se acabara el verano. Mis relaciones sociales estaban limitadas y las de pareja, obviamente también”. Nuria, de 50 años, ha pasado por tres embarazos. El último, hace ya 27 años. Desde ese momento, su cuerpo acumuló y aumentó las consecuencias: piel flácida, grasa sobrante, piel descolgada, pecho caído y pequeño… “Me decidí a operarme del pecho, me informé de quienes eran los mejores y pedí consulta con el cirujano”, cuenta. Fue el doctor quién, a la vista de su estado, le sugirió la posibilidad de una cirugía combinada que solucionara los dos problemas a un tiempo: su pecho y su abdomen.
¿Qué es una cirugía combinada? (Aumento de Pecho y Abdominoplastia)
Consiste, sencillamente, en retocar dos partes del cuerpo en un mismo acto quirúrgico. Las posibilidades de “combo” son muchísimas, y se deciden entre paciente y cirujano, a la vista del caso. Las ventajas son múltiples: la remodelación de la silueta, una vez finalizado el posoperatorio, suele ser altamente satisfactoria, y se pasa una sola vez por quirófano, minimizando los riesgos que eso conlleva. La otra cara de la moneda es que, a cambio, el tiempo que lleva la intervención se prolonga más y, en muchos casos, la sedación necesaria pasa por administrar anestesia general. Además, hay que contar con que las molestias del posoperatorio y los fármacos que pueden administrarse para el proceso, pueden variar.
La intervención, paso a paso
Nuria tuvo que someterse a las pruebas obligatorias: mamografía, electrocardiograma, analítica completa y radiografía de tórax. Tras ese examen, estaba lista para entrar en quirófano. Este fue el paso a paso de la intervención, contada por el Dr. Mato Ansorena.
ABDOMINOPLASTIA – Lo primero es trazar la línea por donde se abordará y donde quedará la cicatriz. “Muchas veces, en consulta, digo a la paciente que se traiga el tipo de bikinis que acostumbra a llevar, para decidir cual, de entre todas las opciones posibles, es la que se notará menos.”, explica el Dr. Mato Ansorena. En el caso de Nuria, la cicatriz se localiza en la línea horizontal del bikini, y es algo más larga que la de una cesárea”. 2 Después se levanta la piel sobrante y se van cosiendo los músculos rectos y oblicuos del abdomen que están destensados (plicatura), para devolver de nuevo la tensión y la firmeza a esta zona. Se hace una lipo de los flancos y otra del área central del abdomen. 3 La piel se va estirando hacia abajo hasta encontrar la tensión perfecta. Se corta la piel sobrante y se reposiciona el ombligo, que lógicamente, al mover la piel, también varía su posición.
AUMENTO DE PECHO – En el caso de Nuria, dada su complexión y altura, se optó por la implantación de prótesis redondas. La incisión se hizo por el arco submamario y las prótesis se implantaron a nivel submuscular. Se empleó anestesia general y la duración de la inter vención fue de unas 3 horas. Pasó una noche ingresada en el hospital y al día siguiente fue a casa. El posoperato rio Nuria cuenta que fue duro, también, como contrapartida, pues se trataba de dos posoperatorios en uno. “Lo que más molesta es la abdominoplastia. Al día siguiente, tras la consulta, me fui a casa. Lo peor fue tener que observar las recomendaciones “por partida doble”: dormir boca arriba, no coger pesos… Pero poco a poco la cicatriz se fue cerrando y me pautaron sesiones de presoterapia y masajes específicos”. Además de los antiinflamatorios y antibióticos obligados tras cualquier cirugía, el doctor Mato Ansorena explica que en los casos en los que las cirugías sobrepasan las dos o tres horas de estancia en quirófano, “hay que pautar también antitrombóticos como la eparina. Se trata de sortear posibles riesgos”