La dieta mediterránea, fuente de salud
Estamos a las puertas de la celebración el 19 de octubre del día contra el cáncer de mama.
Coincidiendo con este día para la sensibilización sobre los protocolos de detección y diagnóstico precoz de dicha patología, que han logrado disminuir de forma efectiva la mortalidad de esta enfermedad, es buen momento para recordar que, según la sociedad española contra el cáncer (AECC), más de 32.000 muertes anuales por cáncer en España son debidas a una dieta inadecuada y al sedentarismo.
En España la obesidad afecta ya a un 20%de la población adulta y entre los niños a ascendido hasta un 16%.
Tipos de cáncer asociados a la obesidad
De acuerdo con la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), los tipos de cáncer asociados con la obesidad y el sobrepeso son:
meningioma, mieloma múltiple, adenocarcinoma del esófago, tiroides, mama en la postmenopausia, vesícula, estómago, riñón, hígado, páncreas, ovarios, útero, colon y colorrectal.
Aunque son cada vez más los mitos y creencias que circulan acerca de cómo la alimentación influye en la probabilidad de desarrollar un cáncer o en cómo puede ayudar a prevenirlo, lo cierto es que los expertos recomiendan una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio regular y moderado como parte importante del mantenimiento de la salud y la prevención de patologías.
La práctica de la dieta mediterránea, que cada día está desgraciadamente más en desuso, es uno de los pilares básicos de una alimentación saludable.
Esta pirámide viene a ilustrar con las cantidades que debemos ingerir los distintos tipos de alimentos y en cuanto a la frecuencia de su consumo:
- A DIARIO: cereales, frutas y verduras en abundancia, legumbres, frutos secos y aceite de oliva.
- VARIAS VECES A LA SEMANA: lácteos, pescado, huevos y carnes blancas. En menor medida quesos curados o ricos en grasas.
- CONSUMO ESPORÁDICO carnes rojas, embutidos, dulces y bebidas con gas.
Los estudios y encuestas realizados reflejan una falta de hábitos saludables en cuanto a alimentación y ejercicio físico, reflejando un bajo consumo diario de verduras, frutas y hortalizas, además de que tres cuartas partes de la población no realizan el ejercicio físico recomendado. Se pone en evidencia además un alto desconocimiento y creencias erróneas sobre los diferentes tipos de alimentos, frecuencia de consumo y el cáncer.
No debemos olvidar que, no sólo para mantener una buena salud y prevenir la aparición de varios tipos de cáncer, además de otras patologías, lo ideal es llevar una alimentación equilibrada rica en fruta y verdura y pobre en grasas saturadas, así como la realización de ejercicio moderado con regularidad.