El lifting facial es un tratamiento que ayuda a mejorar el aspecto de nuestra cara, recuperando el tono cutáneo, los puntos de luz y los relieves faciales, proporcionando un efecto de rejuvenecimiento y vitalidad que el tiempo había hecho desaparecer.
Con el paso del tiempo, los tejidos, los músculos, la grasa y la piel de la cara se van deteriorando, y pierden consistencia, volumen, elasticidad y colágeno. Para evitar las consecuencias de este proceso se puede recurrir a la cirugía de rejuvenecimiento facial, que ha evolucionado mucho estos últimos años.
La cirugía estética ha avanzado significativamente en las últimas décadas.
En lugar de limitarse a realizar estiramientos de la piel, se ha desarrollado una técnica más efectiva: la recolocación de los tejidos subcutáneos en su posición original de hace 20 o 30 años.
Este enfoque permite rejuvenecer al paciente de manera más eficiente y natural, logrando resultados más duraderos y satisfactorios.
La restauración se debe hacer lo antes posible, de la forma más natural. Para ello, realizamos un lifting exprés tridimensional, volumétrico y vertical en pacientes de, sobre todo, entre 35 y 45 años.