Melanoma: Todo lo que debes saber sobre este cáncer de piel
El melanoma supone solamente el 4% de los tumores malignos de la piel, pero sin embargo está detrás de 4 de cada 5 muertes por cáncer cutáneo. Cada año se diagnostican en España algo más de 5 casos por cada 100.000 habitantes.
Es ligeramente más frecuente en mujeres aunque en ellas la evolución es mejor; suele afectar a individuos alrededor de la edad media de la vida y su incidencia es mayor en personas de piel y ojos claros o pelirrojos.
Riesgos de sufrir melanoma
- La presencia de muchos nevus melanocíticos (lunares), así como tener una historia familiar de melanoma incrementa el riesgo de sufrir un melanoma.
- Se ha señalado además que haber sufrido múltiples episodios de quemaduras solares en la adolescencia aumenta el riesgo.
- Muchos melanomas se originan sobre lunares preexistentes. Tienen un crecimiento radial durante meses o incluso años, después crecen verticalmente. Durante la fase de crecimiento radial suelen ser curables quirúrgicamente. Una vez que comienza el crecimiento vertical el pronóstico empeora por la posibilidad de invasión sanguínea o linfática y su consecuente diseminación a distancia.
Diagnóstico precoz del Melanoma
El diagnóstico precoz es fundamental. Los criterios clínicos se pueden sintetizar en el acrónimo ABCD (A: asimetría, B: bordes irregulares, C: coloración heterogénea, D: diámetro mayor de 6 mm).
- Se debe consultar ante una lesión que cumpla alguno de estos criterios, que haya aparecido nueva (especialmente a partir de los 30-35 años) o que haya experimentado algún cambio en forma, tamaño, bordes o coloración.
- La ulceración de una lesión pigmentada o el prurito sobre ella también debe ser un motivo de consulta. No se debe dejar de buscar asesoramiento especializado ante un “lunar” que presente características diferentes al resto, es lo que los médicos denominamos el “patito feo” (una lesión que llama la atención con respecto al resto por presentar un aspecto raro o muy distinto).
El grosor de la lesión y la afectación de los ganglios linfáticos son los factores pronósticos más importantes. Cuando la lesión tiene un espesor menor o igual a 1mm y no afecta a ganglios linfáticos la supervivencia a los 10 años es del 95%. Por el contrario lesiones de un grosor mayor de 4 mm implican una supervivencia menor del 60%.
Prevención del Melanoma
La prevención del melanoma es el mejor tratamiento.
- Utilizar filtros solares (cremas o sprays fotoprotectores) y otras medidas de protección solar como gafas, gorras y prendas de vestir resulta eficaz.
- Se debe tener cuidado con las cabinas de UVA con fines cosméticos y evitar la exposición solar prolongada sobre todo en las horas y meses de mayor intensidad lumínica (meses de verano entre las 11.00 y 17.00 horas). Esta recomendación es especialmente importante en niños y adolescentes dado que las quemaduras que sufran repercuten en su riesgo futuro de melanoma.
- Ante una lesión sospechosa de melanoma se debe realizar una biopsia con un pequeño margen de piel sana alrededor para su estudio histológico. Si se confirma el diagnóstico suele ser necesario ampliar los márgenes de resección con cirugía. En ocasiones se deben realizar pruebas complementarias como TAC, PET u otras pruebas de medicina nuclear y completar el tratamiento con cirugía adicional sobre los ganglios linfáticos (que suponen una vía de diseminación de la enfermedad) u otros tratamientos médicos.
En definitiva, el control de los factores de riesgo, la autoexploración, las revisiones periódicas y recibir tratamiento en fases precoces de la enfermedad donde la cirugía resulta curativa son los puntos claves en el manejo de esta patología.
10 consejos para prevenir el Melanoma
A continuación os indocamos algunaos consejos básicos para protegeros del sol:
- Evitar la exposición solar en las horas centrales del día, entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde. La sombra debe ser nuestro mejor aliado y aun así no dejes de aplicarte protección.
- Utilizar fotoprotectores que protejan frente a la radiación UVA, UVB e IR-A, como mínimo de 30. Debe aplicarse media hora antes de exponerte al sol y reaplicar cada dos horas y tras el baño.
- Consultar los índices ultravioleta e infrarrojos antes de la exposición al sol, y planifica las actividades al aire libre para los días en que la radiación sea menos perjudicial.
- Recuerda que las radiaciones solares se reflejan en nieve (+80%), arena (+25%) y agua o hierba (+10%), lo que provoca que aumenten sus efectos al incidir directamente sobre la piel. La radiación también aumenta con la altura, como en la montaña. En estos casos usa alta fotoprotección.
- Protege el cuerpo con la ropa adecuada. Los colores oscuros protegen mejor del sol que los claros. No olvides proteger también aquellas partes del cuerpo como los pies, las orejas o la parte posterior del cuello. Cúbrete con un sobrero, gorra o pañuelo.
- Utiliza gafas de sol para evitar daños en los ojos.
- Protege a los niños del sol.
- Evita las salas de bronceado. La OMS alerta de que su uso supone riesgo de cáncer de piel.
- Observa tu piel. Realiza una autoexploración de tu cuerpo cada uno o dos meses. Si detectas alguna lesión sospechosas visita al especialista inmediatamente
- Visita al dermatólogo de forma regular, especialmente si tienes antecedentes personales o familiares de melanoma o un alto número de lunares.