Menopausia y Dieta
¿Cómo combatir los kilos durante la menopausia?
Los efectos de la menopausia son numerosos, tanto a nivel físico como emocional o psicológico. Posiblemente uno de los mayores trastornos para las mujeres, es el riesgo de aumentar su peso corporal, y es durante esta etapa cuando el riesgo a coger kilos no da tregua (las mujeres suelen engordar entre 5 y 10 kilos). Sin embargo, llevando a cabo una buena alimentación y realizando ejercicio físico, se podrá mantener la masa muscular y la grasa en niveles adecuados.
¿Por qué engordamos?
En el proceso de la perimenopausia, el cuerpo de la mujer produce menos cantidad de estrógeno y progesterona, que tiene como consecuencia un déficit de estas hormonas ligadas de forma directa con la tendencia a acumular grasa y a perder masa muscular.
Además, durante la menopausia, varios factores inciden en el aumento de peso:
- Desorden endocrino: que favorece la pérdida de masa corporal, junto a una ralentización de la tasa metabólica y la disminución del metabolismo basal.
- Perfil emocional: se impone una tendencia a la ansiedad y a la depresión, que pueden desencadenar en trastornos relacionados con la alimentación.
¿Qué no debe faltar en tu dieta?
Los alimentos ricos en Omega 3, que mejoran los niveles de inflamación celular, las conexiones neuronales y la circulación. Además, son perfectos para combatir la ansiedad y el insomnio. Los alimentos que tienen mayor concentración de Omega 3 son los pescados azules, las nueces y las espinacas.
Los alimentos ricos en vitamina B te ayudarán a conservar y mantener tu memoria, presente en las legumbres y los cereales integrales.
Los alimentos ricos en Vitamina D y en calcio te permitirán mantener la densidad ósea, ya que la pérdida de estrógenos durante la menopausia trae problemas en la absorción de este mineral en los huesos. Los lácteos, las almendras, el brócoli y las espinas son ricos en calcio.
Alimentos ricos en colina, que se encarga entre otras cosas, de regular el sistema nervioso cerebral. Está presente en los ajos, cebollas, berenjenas y cereales integrales.
Sumado a todo ello, la práctica de ejercicio físico te ayudará a mejorar la reparación celular, el funcionamiento mental, e incluso, a conciliar mejor el sueño. La hidratación antes, durante y después de hacer ejercicio es muy importante. No lo olvides, debes beber agua en pequeños sorbos y nunca practicarlo a temperaturas extremas para evitar pérdidas de minerales y electrolitos.
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