Putin y Kirchner: recuento de Bótox (El Mundo – LOC)
El suplemento de El Mundo ha consultado al Dr. Mato Ansorena, uno de los médicos que más conoce sobre el Botox y que más políticos y periodistas ha operado en España.
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Artículo en pdf. Putin y Kirchner recuento de Botox-LOC – El Mundo
http://www.elmundo.es/loc/2015/04/25/553a9bf1e2704efc288b4580.html
Tienen exactamente la misma edad, se dedican a la política, prestan muchísima atención a su imagen… pero se nota que no comparten el mismo cirujano plástico. Cristina Fernández de Kirchner y Vladimir Putin, de 62 años (aunque ella los cumple en unos meses), se batieron en duelo plástico hace dos días al reunirse en Moscú durante la visita oficial de la presidenta argentina a Rusia. Firmaron un convenio preliminar para la construcción de una central nuclear en el país de ella, una buena noticia porque, reivindicaciones medioambientales aparte, es una gran inyección económica para toda Latinoamérica. Si bien, al observar su foto, hay quien reparó en otra inyección a la que ambos líderes son bien fieles. La inyección de sustancias rejuvenecedoras en el rostro. Algo que tienen en común los mandatarios, pues si hacemos recuento de Bótox en sus caras no se sabe quién invierte más dinero en este milagroso cosmético.
Pómulo… y remo
Este suplemento ha consultado a uno de los médicos que más sabe del asunto y que más políticos y periodistas ha operado en España: el doctor Javier Mato Ansorena. Mato atisba un defecto claro en el ruso: «Le han rellenado demasiado los pómulos, un hombre de esa edad no tiene la cara tan redonda jamás. Eso se ve en que él no es gordo ni tiene grasa en el cuello. Se infiltra Bótox en los carrillos para alisarse esa zona de la cara y parecer más joven. Lo ideal es rellenar el pómulo con tu propio tejido», sentencia. Aunque reconoce que Putin está francamente bien operado. «Tiene un lifting reciente bastante bien ejecutado. Si te fijas en el ángulo de la mandíbula, está muy liso, apenas hay flacidez en el óvalo facial». No hay duda. Putin es sesentón pero parece cuarentón. Ha sido tumbarse en la camilla de un quirófano y parecer 20 años más joven. «No es fácil hacerle un lifting a un hombre. Ahora no se trata de estirar la piel, ya no dejamos cara de velocidad. Lo que hacemos es recolocar los tejidos profundos. Los varones tienen más grasa en la cara, pero también pelo, lo que produce que sangren más, algo que hace más incómoda la intervención». En el caso de Putin, ser lampiño podría haberle beneficiado. Es el típico ruso de base rubia de ojos azules con apenas barba
Rostro alisado…pero no japonés
El caso de Cristina Kirchner es diferente. Se nota que se hizo un lifting que tiene que actualizar. Mato Ansorena le recomienda un update facial. «Se nota que se hizo un lifting que debería retocar. Es decir, hacerse otro secundario. Se le nota en las comisuras de los labios, se le vuelven a caer los pómulos. Asimismo, le hicieron una blefaroplastia, porque no tiene patas de gallo, y también le estiraron el cuello, porque no tiene ni rastro de papada». Conviene repasar un lifting a los 10 años de hacérselo, incluso antes dependiendo del estilo de vida: si se fuma, si se toma el sol, si la piel no está hidratada, si hay estrés…
Boca… ‘labios mayores’
Que Cristina Kirchner tenga unos labios de silicona como los de Esther Cañadas no es ningún secreto, se ven a la legua. Al menos, tanto ella como Putin tienen la dentadura cuidada, algo esencial en un político. «Es frecuente que haya pacientes de lifting que luego no se cuidan la boca y no se arreglan los dientes. Se trata de una paradoja».
Pelo…repoblar el planeta
Mato Ansorena considera que Putin debería repoblarse de forma leve la cabeza, «es básico para rejuvenecer algo y mejora muchísimo el aspecto de cualquiera». Kircher, por su parte, tiene una gran melena cuidada y teñida. Se cubre las canas con gran acierto, eso hay que reconocérselo.