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El lipedema es una condición crónica y degenerativa que afecta principalmente a las mujeres, caracterizada por la acumulación de grasa patológica en las piernas y brazos. Aunque es una enfermedad poco conocida, es importante comprender sus causas, síntomas y tratamientos para brindar una mejor calidad de vida a las personas afectadas.

¿Qué es el lipedema?

El lipedema es una enfermedad progresiva del tejido graso que afecta casi exclusivamente a las mujeres.

Se caracteriza por un acúmulo de grasa patológica predominantemente en brazos y piernas.

La acumulación de grasa es simétrica y no puede eliminarse con la dieta ni el ejercicio físico.

El lipedema puede comenzar o intensificarse coincidiendo con cambios en los niveles de hormonas, como la pubertad, el embarazo o la menopausia.

El lipedema puede clasificarse en diferentes grados según la afectación y la progresión de la enfermedad:

Grado I:

  • Superficie de la piel: La superficie de la piel es regular, aunque blanda.
  • Nódulos de grasa: Se pueden palpar pequeños nódulos de grasa.

 

Grado II:

  • Superficie de la piel: La superficie de la piel es irregular y dura.
  • Aumento nodular: Se observa un aumento en la estructura nodular.

 

Grado III:

  • Superficie de la piel: La piel se vuelve adiposa, especialmente en áreas como las caderas y los tobillos.
  • Nódulos de distinto tamaño: Se encuentran nódulos de grasa de diferentes tamaños, lo que contribuye a una apariencia más irregular y voluminosa.

 

Causas del lipedema

La causa del lipedema no está clara, pero se ha comprobado que existe un componente genético y un componente hormonal.

El lipedema puede comenzar o intensificarse coincidiendo con cambios en los niveles de hormonas, como la pubertad, el embarazo o la menopausia.

Además, factores como la obesidad, la falta de ejercicio y la mala circulación también pueden contribuir a la aparición del lipedema.

 

Síntomas del lipedema

El lipedema es una enfermedad que puede presentar una variedad de síntomas cuya intensidad puede variar de una persona a otra. A continuación, se detallan los principales síntomas del lipedema:

 

  1. Acumulación de grasa

Uno de los signos más característicos del lipedema es la acumulación de grasa en áreas específicas del cuerpo, principalmente en las caderas y piernas.

Esta acumulación puede dar la apariencia de piernas hinchadas, mientras que los pies suelen mantener un tamaño normal, lo que ayuda a distinguir el lipedema de otras condiciones como el linfedema.

 

  1. Dolor y sensaciones anormales

El dolor es un síntoma común y puede ser bastante intenso en las zonas afectadas, incluyendo piernas, caderas y glúteos.

Las pacientes suelen describir sensaciones anormales como hormigueo, sensibilidad extrema y sensación de pesadez. Este dolor y estas sensaciones pueden afectar significativamente la calidad de vida.

 

  1. Presión en las piernas

La acumulación de grasa y la inflamación causan una sensación de presión en las piernas.

Esta presión puede ser dolorosa e incómoda, dificultando la realización de actividades cotidianas.

Incluso la ropa ajustada o la presión leve pueden resultar incómodas para las personas con lipedema.

 

  1. Fluctuaciones hormonales

Las fluctuaciones hormonales, como las que ocurren durante los ciclos menstruales, el embarazo o la menopausia, pueden exacerbar los síntomas del lipedema.

Estos cambios hormonales pueden aumentar la retención de líquidos y la inflamación, intensificando el dolor y la sensación de pesadez.

 

  1. Limitaciones en la movilidad

El dolor y la inflamación asociados con el lipedema pueden limitar la movilidad de las pacientes.

Las actividades diarias como caminar, subir escaleras o incluso estar de pie durante períodos prolongados pueden volverse desafiantes.

Esta limitación en la movilidad no solo afecta la calidad de vida, sino que también puede llevar a un estilo de vida más sedentario, lo que puede agravar aún más la condición.

 

Importancia de la detección temprana

La detección temprana del lipedema es crucial para brindar un tratamiento efectivo y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Al identificar y diagnosticar el lipedema en sus primeras etapas, se pueden implementar estrategias de manejo que ralentizan la progresión de la enfermedad y alivian los síntomas, evitando complicaciones más graves.

 

Beneficios de la detección temprana

  1. Intervención oportuna: La detección temprana permite comenzar con tratamientos adecuados lo antes posible, lo que puede ayudar a prevenir el empeoramiento de los síntomas y la acumulación adicional de grasa patológica.
  2. Mejor gestión del dolor: Con un diagnóstico temprano, es posible implementar terapias de manejo del dolor que mejoren significativamente la calidad de vida de las pacientes.
  3. Prevención de complicaciones: el tratamiento temprano puede prevenir complicaciones secundarias, como problemas de movilidad y trastornos emocionales asociados con la apariencia física y el dolor crónico.
  4. Mejora de la movilidad: Con intervenciones tempranas, se puede mantener y mejorar la movilidad, permitiendo a las pacientes llevar una vida más activa y saludable.
  5. Optimización de resultados estéticos: la detección temprana también permite abordar las preocupaciones estéticas de manera más eficaz, mejorando la apariencia y la autoconfianza de las pacientes.

Es importante que los pacientes busquen ayuda médica si experimentan síntomas como dolor, sensaciones anormales o acumulación de grasa en las piernas y brazos.

 

Diagnóstico del lipedema

El diagnóstico del lipedema es clínico, lo que significa que no se requieren pruebas específicas para determinar su presencia.

Los signos característicos incluyen la acumulación de grasa en las caderas y piernas, la pérdida de peso que afecta primero a la parte superior del cuerpo, la sensibilidad al tacto y la presión leve que puede causar dolor.

La evaluación del lipedema se realiza principalmente mediante la observación de estos signos y síntomas. Un médico especializado, como el Dr. Mato Ansorena, llevará a cabo un examen físico detallado y considerará el historial médico de la paciente para realizar un diagnóstico preciso.

El Dr. Mato Ansorena puede ayudar significativamente en este proceso, utilizando su experiencia y conocimiento para diferenciar el lipedema de otras condiciones similares y proporcionar un plan de tratamiento adecuado.

¿Cómo tratar el lipedema?

El tratamiento del lipedema requiere un enfoque multidisciplinario que combina técnicas médicas, cambios en el estilo de vida y una comprensión clara de la enfermedad. A continuación, se detallan las estrategias y métodos más efectivos para tratar el lipedema.

1. Lipomesoplastia

La lipomesoplastia es una técnica innovadora para tratar el lipedema. Consiste en la aplicación guiada de medicación en la capa grasa de la piel, controlada por ecografía. Los antiinflamatorios de los fármacos administrados ayudan a regular la circulación y activar el metabolismo. Aunque no es una intervención quirúrgica, sus resultados son comparables a los de una cirugía, proporcionando una notable reducción del volumen de las áreas afectadas.

Beneficios de la lipomesoplastia:

  • Reducción del volumen: Disminuye significativamente el volumen de la grasa acumulada en las zonas afectadas.
  • Mejora de la piel: Favorece una mejoría en la textura y elasticidad de la piel.
  • Mejora de la circulación: Ayuda a regular la circulación sanguínea y linfática, reduciendo la inflamación.

2. Dieta anti-inflamatoria: keto-detox

Para potenciar los efectos de la lipomesoplastia, se recomienda seguir una dieta antiinflamatoria, como la dieta Keto-Detox. Esta dieta ayuda a reducir la inflamación sistémica, mejorar el metabolismo y controlar el peso corporal.

Principios de la dieta keto-detox:

  • Bajo en carbohidratos: Fomenta un estado de cetosis que ayuda a quemar grasa más eficientemente.
  • Alto en grasas saludables: Incluye grasas saludables que apoyan la salud metabólica.
  • Eliminación de gluten: Retira el gluten y otros alimentos que pueden causar intolerancias y aumentar la inflamación.
  • Síndrome de permeabilidad intestinal: Aborda este síndrome con alimentos y suplementos específicos para mejorar la salud intestinal.

3. Ejercicio y actividad física

Aunque el ejercicio no puede eliminar la grasa patológica del lipedema, es una parte esencial del manejo de la enfermedad. La natación es el deporte más recomendado, ya que proporciona una actividad física completa sin ejercer demasiada presión en las extremidades.

Consejos de ejercicio:

  • Evitar ejercicio excesivo: Evitar niveles de exigencia muy elevados que pueden empeorar los síntomas.
  • Natación: Es ideal para mejorar la circulación y tonificar los músculos sin impactar negativamente las extremidades.
  • Ejercicio moderado: Actividades de bajo impacto como caminar o el yoga pueden ser beneficiosas.

4. Evitar errores comunes

Es fundamental diferenciar correctamente el lipedema de otras condiciones como el linfedema y no basar el tratamiento únicamente en la pérdida de peso.

Errores comunes:

  • Confundir lipedema con linfedema: Cada condición requiere un enfoque de tratamiento diferente.
  • Enfoque exclusivo en la pérdida de peso: La pérdida de peso por sí sola no aborda la grasa patológica del lipedema.

 

Conclusión

El lipedema es una condición crónica y degenerativa que afecta principalmente a las mujeres. Es importante comprender sus causas, síntomas y tratamientos para brindar una mejor calidad de vida a las personas afectadas. La detección temprana y un tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las pacientes con lipedema

lipedema
Existe una enfermedad que sólo se da entre las mujeres: lipedema.
El lipedema no sólo es molesto por su aspecto antiestético, sino que presenta sintomatología como: descompensación visual entre piernas y pies, facilidad para tener hematomas, alta sensibilidad en la zona afectada, hiperlaxitud, y en casos extremos dificulta el poder caminar y estar de pie.
A continuación os contamos en qué consiste este problema y los tratamientos que aconsejamos desde las Clínicas Mato Ansorena para mejorarlo.

lipedema

Lipedema: qué es

Lipedema es una enfermedad crónica del tejido adiposo, no se conoce el origen pero sí se sabe que tiene un gran peso genético y hormonal, que afecta exclusivamente al sexo femenino a partir de la pubertad.
En la mayoría de las mujeres el lipedema comienza en caderas y muslos, pudiendo afectar posteriormente a pantorillas y tobillos. También se conocen pacientes afectadas en la parte baja de la espalda y bajo vientre. La asociación de edema clínico es variable y el signo de la fóvea es negativo en la mayoría de los casos.
Suele cursar con hipotermia cutánea, dolor en el tejido blando de las piernas al andar, en reposo o al tacto.
La etiopatogenia es desconocida, aunque se sospecha un factor hereditario, ya que suele afectar a varias mujeres de la misma familia, y un factor hormonal. Puede empeorar en los embarazos, durante la fase premenstrual y con la ingesta de anticonceptivos.
La grasa que se acumula no es como la normal, por lo que no se puede eliminar ni con dieta y/o ejercicio

Lipedema: diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico es esencialmente clínico y la realización de pruebas complementarias no invasivas (ecografía de partes blandas y eco-Doppler venoso) confirma la ausencia de edema y patología a nivel de sistema venosos troncular de las extremidades.
El diagnóstico instrumental puede estar indicado ante la sospecha de patología asociada o para el diagnóstico diferencial con el linfedema y el flebedema.
Existen dos tipos de tratamiento: el tratamiento conservador incluye fármacos, medidas de compresión, técnicas que favorezcan el drenaje linfático y dieta.
El tratamiento quirúrgico con la lipoescultura, además de dieta antinflamatoria y medias de compresión.